domingo, 5 de enero de 2020

Prólogo: Tomás Calvo Buezas


Prólogo
Tomás Calvo Buezas, catedrático de Antropología y Medalla de Extremadura


Extremadura, un valle de preciosas flores y valiosos frutos humanistas

Tienes ante ti, estimado lector, una singular obra “Extremeños ilustres: Humanidades” que comprende a personajes relacionados con (Antropología, Filología, Filosofía, Historia, Pedagogía y Literatura “, que te recomiendo visionar con el corazón en la altura de un mirador de montaña, desde donde se divisan las estructuras colectivas y generales del amplio y variado horizonte que contemplan tus ojos, al observar esta relación de biografías.
En lenguaje poético, podemos imaginar y sentir el conjunto de estas variadas 94 existencias de hombres y mujeres extremeñas, como un valle fértil de flores y frutos humanistas de artes y letras, como un arco iris de fulgurantes y muy distintos colores poéticos, como un mosaico de joyas individuales de muy distinto valor y textura, resaltando la hermosura singular del entrelazado complementario de mimbres tan variadas y de tan desigual precio, pero cuyo resultado final muestra el alto capital simbólico e intelectual de nuestra querida Extremadura, que la sitúa en un pódium humanista, artístico y letrado muy alto en el certamen español y europeo.
Tras esta visión panorámica, invito a observar algunas coordenadas más específicas, que puedan interesarte personalmente. A título indicativo y como sugerencia, te refiero algunas de las sensaciones y reflexiones, que han despertado en mí la lectura de este libro de biografías extremeñas, recogidas paciente y laboriosamente por Feliciano Robles.
La primera pregunta previa parece obvia ¿por qué han sido elegidos estos personajes y no otros? Probablemente son “ilustres” todos los que están, pero también puede añadirse, siguiendo el refrán popular, que “no están todos los que son”. El autor nos responde sincera y certeramente en la parte final del libro, donde explica con claridad los criterios, las fuentes y las consultas previas para su selección: “Se ha realizado de forma altruista, libre e independiente y he contado con la ayuda y colaboración de muchas personalidades relevantes de la Cultura Extremeña”. Y añade su correo electrónico, parea “hacer alguna sugerencia sobre algún personaje que considere que se debe incorporar a este libro”. Es conveniente también anotar que estas biografías están todas incluidas en un blog editado también por Feliciano Robles que contiene las biografías de 183 “ilustres extremeños”, donde figuran además otras personalidades que aquí, amigo lector, no encuentras con comprensible desilusión, pero que las puedes encontrar en Internet, en el Blog “Extremeños ilustres”
Hecha esta necesaria aclaración, expongamos otras coordenadas generalistas, que despierta este plante de biografías, como puede ser la diversidad de tiempos, lugares de nacimiento, orígenes familiares, profesiones, áreas literarias, espacios de ejercicio intelectual, etcétera.
Con solo leer el índice general de los 94 biografiados, llama la atención la distribución tan diferenciada de tiempos Se abarcan cinco siglos, desde que nació el primer biografiado en 1527 hasta 2020 son 493 años. Nacidos en el siglo XVI figuran dos grandes personajes El Brocense y Arias Montano; en el, siglo XVII ninguno; en el siglo XVIII uno Juan Meléndez Valdés; y nacidos en en el siglo XIX son trece: Espronceda, Carolina Coronado, Tomás Romero, Juan Uña, Urbano González, Publio Hurtado, Felipe Trigo, José López, Gabriel y Galán, Mario Roso, Antonio Floriano, Luis Chamizo y Arturo Barea. Y nacidos en el siglo XX aparecen el resto de biografiados.
Ante tal diferenciación de tiempo y autores, cada lector tendrá sus reacciones, yo os cuento la mía. La más evidente y que todos compartiremos, es que las tres grandes lumbreras históricas como El Brocense, Arias Montano, Menéndez Valdés relucen con luz propia y radiante, como también en un lugar privilegiado resplandecen las del siglo XIX, por nombrar algunos, Espronceda, Carolina Cornado, Felipe Trigo, Gabriel y Galán, situándose en una escala menor la gran mayoría de los nacidos en el siglo XX. Y dentro de este grupo, hay también personalidades de un mayor relieve, que cada uno puede seleccionar libremente, y que en mi particular admiración pudiera señalar a Félix Grande, Santiago Castelo, Inma Chacón; y en lugar más privilegiado también a Luis Landero y Javier Cercas. Junto a esas y otras lumbreras, yo personalmente siento “vergüenza” o “pudor” de aparecer en el mismo listado. Dicho en lenguaje coloquial y “román paladino”, la excelencia, valoración, y grado de “ilustres” de los autores biografiados es muy diferenciada y desigual, que cada lector puede libremente ensalzar o minusvalorar, pero como advertí al principio, visualizado como un conjunto forman “un mosaico de joyas individuales de muy distinto valor y textura, resaltando la hermosura singular del entrelazado complementario de mimbres tan variadas y de tan desigual precio”.

Existen otras coordenadas de diversidad ente los biografiados como son los lugares de nacimiento, que hermosean toda la geografía variada extremeña, de sus ciudades y pueblos, desde los pastizales de las colinas onduladas de Vegas del Guadiana, hasta las estribaciones de Gredos en el Valle del Jerte, produciéndose en todas las latitudes flores y frutos del ilustre saber, del sabroso arte poético y literario. De igual forma, se alegra el espíritu y el orgullo extremeño, al comprobar una y otra vez los orígenes familiares “humildes” de muchos de los biografiados: hijos de campesinos, agricultores, ganaderos, panaderos, obreros emigrantes en Francia y Alemania, carpintero, electricista, herrero-mecánico escribano, notario, miliar, ingeniero, policía, comerciantes, de madre dulcera, de madre con taller de costura, siendo también frecuentes los hijos de maestros y maestras. El mismo autor, Feliciano Robles, confiesa que viene de una” familia extremadamente pobre”, que se vio obligada a emigrar a Barcelona, y así muchos más.” Me crié en el campo, en los años de la posguerra, rodeado de ovejas, vacas y caballos. Una infancia, pues, campesina y muy precaria”, confiesa un biografiado.
Otra notable diferenciación al ver el conjunto de biografiados, es la de género., lo cual es lamentable, aunque explicable, dados los tiempos y la sociedad extremeña, común por otra parte al resto de muchas otras regiones españolas, son las muy pocas mujeres, únicamente siete: Carolina Coronado nacida en el siglo XIX y seis más en años muy recientes después de 1953: Inma y Dulce Chacón, Efi Cubero, Milagros Frías, Ada Salas e Irene Sánchez Carrón.
Forman también un mosaico diverso y enriquecedor la amplia gama de áreas de letras, dedicaciones y estudios del conjunto de biografiados. El título del libro lo resume en seis áreas de HUMAMIDNADES, Antropología, Filología, Filosofía, Historia, Pedagogía y Literatura, pero dentro de ese sexteto hay un manojo abundante y frondoso de campos en los que han desarrollado quehacer singular , por citar algunas, Poesía, Arquitectura, Bellas Artes, Ciencias, Economía, Humanidades, Filosofía, Antropología, Ingeniería, Justicia, Literatura, Medicina, Música y Cine y Teatro.  Y las profesiones vitales de los personajes son también del más amplio espectro, historiadores, arqueólogos, abogados, militares, biólogos, políticos, sacerdotes, periodistas, diplomático, archivero, bióloga, hebraísta, traductores, psiquiatra, ensayista, cronista, educadores, pintor, psicólogos, abogados, traductores, divulgadores, narrador, autor teatral, ensayista, director de teatro, filólogos, sociólogos, bibliófilos, gestor cultural , actor de teatro, folklorista y un número muy considerable de profesores.
Y sobre esto punto me permito hacer una anotación. El mayor número de biografiados profesores es de Enseñanzas Medias, más que de Universidad, siendo también significativo el aporte de maestros de escuela, como lo fuera nuestro gran poeta Gabriel y Galán. Este dato nos revela un rasgo revelador de nuestra historia cultural extremeña , la espléndida y meritoria aportación de los profesores de Enseñanzas Medias y de Institutos a la educación y cultura de Extremadura, no solo a finales del siglo XIX reflejado en la figura del moralo Ubaldo González Serrano, catedrático de filosofía en un Instituto madrileños , pedagogo krausista, sino en otros catedráticos de filosofía actuales como Manuel Pecellín Lancharro, Esteban Cortijo y José Luis Calvo Buezas. También los maestros de escuela fueron unos sembradores de cultura desde finales del siglo XIX, cuando Extremadura era un erial intelectual.
Otra coordenada que resalta el analizar el conjunto de biografías, es que habiendo nacido en Extremadura, muchos de ellos, tal vez la mayoría han desarrollado su profesión, y con ello su poesía, su arte, su literatura, su ilustrado y meritorio quehacer humanista fuera de Extremadura. Esta característica refleja una seña de identidad de nuestra tierra es la emigración, más de la mitad de los extremeños vivimos fuera de nuestra patria chica, por lo que es natural que hayamos desempeñamos nuestra actividad fuera en otros rincones de España y del extranjero. Y esto debe evaluarse, no como una debilidad, sino como una fortaleza meritoria del aporte extremeño al mundo, como fuera hace cinco siglos con las oleadas de emigrantes extremeños a América, otra seña de identidad de Extremadura, siendo lo mejor de esta epopeya, no tanto la “conquista” con la espada, sino el libro, la imprenta, la lengua, el arte, la arquitectura, los avances técnicos, la ganadería, la agricultura , las universidades, y el mestizaje biológico, pero principalmente el cultural, el mestizaje extremeño-hispano-indo-americano, un verdadero Patrimonio de la Humanidad , un valor excelso y necesario en estos tiempos de racismo, tribalismo nacionalista y “Trump-ismo” xenófobo y provinciano, aunque se trate del país más poderoso del mundo.
Al llegar a este punto, divisado la panorámica general del conjunto variado de biografías humanistas, con sus coordenadas diferenciadas de tiempos, espacios, áreas de estudio, orígenes familiares, dedicaciones profesionales, que juntos constituyen un precioso valle de flores y frutos, un arco iris multicolor, un mosaico plural de joyas , te invito a que, según tu gusto y presencias personales, camines por los múltiples senderos de ese vergel, deteniéndote y admirando el árbol gigante, el pequeño frutal, la planta frondosa o el pequeñito arbusto. que a ti en particular te gusta contemplar, saboreando su historia particular, La lectura de esta obra no es para leerla de “cabo a rabo”, siguiendo el orden de su contenido, sino “a salto de mata”, eligiendo a tu gusto y placer, la joya o joyita de este mosaico de humanistas de nuestra patria chica.

El problema principal de Extremadura no es económico, sino de cultura y valores
La presente obra sobre humanistas extremeños nos brinda la ocasión de situar el valor de este singular aporte cultural en el panorama global de la situación de Extremadura. Al compararnos con otras regiones, siempre aparece, se resalta, se enfatiza, se repite morbosa y obsesivamente nuestro indicador económico: somos la renta y el PIB más bajo de toda España. Aparte de que este dato económico, requiere de muchas y sustantivas matizaciones, y de que esa problemática debemos afrontarla y solucionarla con firmeza y energía ente todos, debemos también ser conscientes que los extremeños , todos los extremeños, incluidos los “pobres” somos unos privilegiados planetarios, que vivimos mejor que el 80% de los 7.530 millones de habitantes del mundo.
Pero mi firme convicción es que el problema principal y de fondo en Extremadura no es orden economicista, sino cultural, en la falta de algunos valores humanos, básicos para el desarrollo integral, que debe ser el principal indicador y medida del progreso humano. Transcribo un párrafo que escribiera en 1980 y que aún estimo pertinente.
Debemos emprender con firmeza una acción colectiva que termine o rebaje esos indicadores rojos económicos…pero mi planteamiento es radical ¿qué es el desarrollo integral de los pueblos y de las personas? ¿puede “científicamente” afirmarse que mi pueblo de Tornavacas es más “subdesarrollado” que Nueva York? ¿puede afirmarse que Extremadura es menos desarrollada que California, Madrid o el País Vasco, por poner unos ejemplos? Las preguntas pueden parecer estúpidas, pero no los son; entiéndase lo que quiero significar, que va más allá de la materialidad de las palabras. Conviene recordar el adagio oriental “cuando el sabio apunta a la luna, el tonto se fija en el dedo”. Volviendo a las preguntas, todo depende obviamente de lo que entendamos por “desarrollo”. Si con tal término entendemos unos indicadores económicos de renta dineraria, un consumo de bienes, unos índices de gasto de energía, etc., indudablemente que Nueva York es más desarrollado que un pueblo extremeño y California más que nuestra tierra.”
Y añadía que todo depende de los indicadores que se utilicen para medir el auténtico y más valioso desarrollo humano, que consiste” no en tener más sino ser más” .:.
¿Por qué no utilizamos -escribía en 1980- otro termómetro y otros indicadores para medir el desarrollo integral humano? Por ejemplo, entre otros miles ¿dónde hay menos asesinatos, menos locos, menos suicidas, menos robos, menos drogas, menos sida, menos muertos por carretera, menos violaciones? Y estos no son tal vez los más importantes, los hay más sutiles, humana y socialmente más valiosos, y más difíciles de medir: el amor, la solidaridad, la cooperación, la familia, la bondad, la felicidad, la convivencia social, etc. “

Por ello reafirmo que el problema de Extremadura no es económico, sino de cultura y valores. Y al decir cultura no me refiero tanto a nuestro rico patrimonio, a nuestro precioso folklore, a nuestras singulares fiestas, a nuestras danzas, a la belleza de nuestros pueblos y ciudades monumentales, patrimonio de la humanidad, sino singularmente a los valores, que constituyen el fundamento del desarrollo cultural humano: el trabajo, la responsabilidad, la iniciativa, la libertad, el civismo, el diálogo, la tolerancia activa, la solidaridad, la lucha por la justicia social, el respeto a los diferentes, la fortaleza, la perseverancia, el sacrificio en el deber, el respeto a los mayores, el cumplir la palabra dada, cuidar la naturaleza, contribuir al bien común, decir la verdad, la honradez, la caballerosidad, el esfuerzo, la sinceridad, la honestidad, el altruismo, el trabajar en equipo, alegrarse del bien ajeno, el compromiso, la generosidad…y cada uno puede añadir a tan larga lista lo que crea conveniente, realzando el valor de las cosas sobre su precio crematístico, y en referencia a los pueblos y las personas humanas , valorándolas más por lo que son, que por lo que tienen.
Toda la argumentación anterior nos sirve de pórtico y basamento para realzar el valor singular, de horizonte universal, de los humanistas extremeños, que constituyen una preclaro riqueza cultural de nuestra tierra, y que todos debieran conocer, apreciar y difundir. Y este elogio y apoyo debe encabezarse desde el Gobierno extremeño.
Y esta divulgación de biografías humanistas, es un mérito más de la obra de Feliciano Robles, que debiera ser editada en papel y estar en todas las bibliotecas y Centros Educativos de Extremadura , sirviendo como libro de consulta y de trabajo de clases sobre nuestra historia cultural e identidad, en que los profesores invitasen a los alumnos a tener una visión general sobre el mosaico plural, eligiendo libremente cada alumno y alumna aquella vida que pudiera servirles de inspiración y ejemplo para cumplir sus sueños de futuro como profesional adulto.

El autor, Feliciano Roblares, un extremeño humanista
A la larga lista de este elenco de “ilustres”, habría que añadir con razón y mérito a Feliciano Robles Blanco, nacido en El Torno, situado en las estribaciones del Valle del Jerte en 1947, emigrando en 1961 a Barcelona , donde a sus 14 años trabajó y estudió, terminando la carrera de Ingeniería Técnica Industrial, trasladándose a Sevilla en 1984 donde obtuvo por oposición la plaza de profesor de Tecnología de Automoción, cursando por la UNED las carreras de Filosofía y Ciencias de Educación. Todo lo anterior nos muestras sus grandes méritos: hacerse a sí mismo, trabajar y estudiar, uncir lo tecnológico con la sabiduría humanista, ejemplarizar los valores humanos del esfuerzo, de la laboriosidad, del humanismo, de la ciencia, de la perseverancia. Y fruto de esas virtudes, es la obra presente de humanistas extremeños, que constituye “una siembra de valores, que busca complicidades”, como él mismo Feliciano declarara en una entrevista televisiva.
Puedes leer más datos biográficos de Feliciano Robles al final de este libro, donde se apunta su singular afición y éxito en editar por Internet biografías. Pero yo deseo añadir, siguiendo sus palabras que las razones últimas de esta particular afición laboriosa son “porque tengo tiempo, soy altruista y sé editar”. Y todo esto se refleja en su obra, ejemplo de redactar biografíes de modo original y pedagógico, que facilitan su lectura por su estructura de subtítulos. su específica aportación humanística, lugar de nacimiento, orígenes familiares, profesión, estudios, libros escritos, premios recibidos.
Como una muestra de los familiares del autor, en sus orígenes de familia muy humilde, pero con una herencia intelectual paterna muy alta, ahí está el éxito de su hijo , Luis Robles Macías, que ha hecho un aporte histórico importante al descubrir el verdadero infiltrado de los Médicis en la corte españolahttps://elpais.com/cultura/2019/12/30/actualidad/1577719404_956349.html
Finalmente, un apunte revelador biográfico. Si se fijan en la fotografía última, que el autor ha elegido para su minibiografía , es en el campo por los senderos del Valle del Jerte en su pueblo natal de El Torno. Uno pudiera esperar que fuera una imagen de profesor o escribiendo en el ordenador en su residencia andaluza, pues no, la foto elegida es en Extremadura, en su pueblo cacereño de 884 habitantes. Conclusión, y acorde final. En el caso del autor, Feliciano Robles, como en muchos de los biografiados, “nuestra patria sigue siendo nuestra infancia (Extremadura)”, aunque residamos fuera y hayamos correteado por otros muchos caminos del mundo
Tomás Calvo Buezas,
Catedrático de Antropología y Medalla de Extremadura
(http://www.inmigracionyracismo.es   Investigar y luchar por causas solidarias)



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