Félix
Grande Lara; poeta, narrador, ensayista y académico. Nació en Mérida
(Badajoz) en 1937 y murió en Madrid en 2014 a los 76 años de edad.
Está
considerado uno de los grandes renovadores de la poesía española de
los años sesenta del pasado siglo XX.
Familia. Su padre era guardia de asalto republicano y su madre trabajó en un hospital durante la Guerra Civil. Estuvo casado con la poetisa Francisca Aguirre con la que ha tenido una hija, la también poetisa, Guadalupe Grande. Su suegro, el pintor Lorenzo Aguirre fue ejecutado a garrote vil por el franquismo.
Inicios. Félix Grande salió de su Mérida natal con solo dos años y vivió su infancia y juventud en Tomelloso (Ciudad Real); allí trabajó como cabrero (siguiendo la tradición familiar), y también fue vaquero, vinatero y vendedor ambulante. En 1957 se trasladó a Madrid, donde siguió trabajando en tareas alejadas del ejercicio profesional de la literatura.
Inicios
literarios. En
Madrid se inició como guitarrista flamenco y al poco tiempo decidió
cambiar ese instrumento por la literatura, por eso su obra literaria
tiene mucha relación con la música.
Su
relación con la literatura empezó en 1961 cuando entró a trabajar
como redactor en “Cuadernos hispanoamericanos”, órgano literario
de la Agencia Española de Cooperación Internacional. Llegó a ser
director de la revista entre 1983 y 1996; ese año con la llegada al
gobierno de Partido Popular fue destituido y pleiteó para ser
restituido a su cargo, lo que consiguió.
Ha
dirigido asimismo la revista de arte Galería (1989) y la
colección El Puente Literario de la editorial Edhasa
(1969-1971).
Carrera literaria. Felix Grande ha escrito más de cuarenta libros en los diferentes estilos en que lo ha hecho, poesía, novela, ensayo, autobiografía, etc.
Su
primer premio lo consiguió en 1963 al recibir el Premio Adonais de
Poesía en 1963 por su obra “Las piedras”, libro de talante
existencial en el que explora el tema de la soledad.
Tres
años después publicó “Música amenazada” (Premio Guipúzcoa,
1965), libro en el que su angustia existencial, se extiende al terror
cósmico de la especie, agravada por un sentimiento radical de culpa;
a la vez, se manifiesta un mayor dominio de sus medios expresivos.
En
1978 recibió el Premio Nacional de Literatura por “Las rubáiyatas
de Horacio Martín”, que constituye una exploración del sentido de
la experiencia erótica desde un punto de vista existencial .
Como
narrador fue galardonado en 1965 con el Premio Eugenio d'Ors de
novela corta por “Las calles”.
Como
relatos breves, se pueden citar, entre otros, los
títulos Parábolas (1975), Lugar siniestro este
mundo,caballeros (1980) o Fábula (1991), La
balada del abuelo palancas (2003).
En
su libro La calumnia (1987), defiende a Luis Rosales de los
varios y malintencionados ataques que recibió a propósito de la
detención y asesinato de Federico García Lorca, que se había
refugiado en casa de los Rosales en Granada.
Aficionado
a la música, letrista y guitarrista él mismo, como flamencólogo ha
escrito “García Lorca y el flamenco” (1992), “Agenda flamenca”
(1987), Su obra más importante en este campo es “Memoria del
flamenco”, que ganó en 1980 el Premio Nacional de Flamencología.
Después
de Las rubáiyatas de Horacio Martín no había vuelto a escribir
poesía, pero ese silencio de más de 30 años terminó en 2010,
cuando incorporó su nuevo poema “La cabellera de la Shoá” en la
antología Biografía y a fines del año siguiente salió
“Libro de familia”.
Estilo. Su obra evolucionó desde la inspiración machadiana y el compromiso social del poemario “Las piedras” hasta una reflexión sobre el lenguaje y el erotismo.
Félix
Grande ha señalado que los poetas que le marcaron fueron Antonio
Machado, Luis Rosales y César Vallejo, entre otros.
En
su obra está presente una honda angustia existencial, una gran
preocupación por el hombre y por la injusticia sobre la que se alza
la sociedad, así como el amor y el erotismo.
Su
lenguaje poético es una constante búsqueda de nuevos modos de
expresión, siguiendo los pasos de los surrealistas y en especial de
César Vallejo, a quien le dedicó su libro “Taranto: homenaje a
César Vallejo” (1978).
Legado literario. En estas sentidas palabras que una vez escribió se puede resumir su legado literario.
"Todo
mi oficio se redujo a buscar sin piedad ni descanso la fórmula con
que poder vociferar socorro y que parezca que es el siglo quien está
aullando esta maravillosa palabra. Que adviertan que me puse entre
los torcidos del mundo para ayudarles a zurcir y defendí a la vida
con todo mi terror. Clamar socorro como el nombre de un dios".
Será recordado como una persona amable y un poeta fácil de querer.
Academias
- Fue miembro de número de la Cátedra de Flamencología y estudios folclóricos.
- Miembro correspondiente de la Academia Norteamericana de la Lengua Española (1997)
- Miembro correspondiente de la Real Academia Hispano Americana (Cádiz; 2005).
- Miembro de número de la Real Academia de Extremadura de las Artes y las Letras (2004)
Premios
literarios
- Premio Adonáis de Poesía 1963 por Las piedras
- Premio Guipúzcoa 1965 por Música amenazada
- Premio Eugenio d'Ors 1965 por la novela corta Las calles
- Premio Gabriel Miró 1966
- Premio Casa de las Américas 1967 por Blanco Spirituals
- Premio Nacional de Poesía 1978 por Las rubáiyatas de Horacio Martín
- Premio Hidalgo
- Premio Nacional de Flamencología 1980
- Premio Barcarola 1989
- Premio Felipe Trigo de Narración Corta 1994 por El marido de Alicia
- Premio Manuel Alcántara 1996
- Mejor Escritor de Temas Flamencos, revista El Olivo, 1998
- Premio Extremadura a la Creación 2004
- Premio Nacional de las Letras Españolas 2004
- Premio Quijote a la Creación Literaria 2007
- Premio Comunicación 2008 de la Cadena SER de Ciudad Real
Distinciones
honoríficas
- Hijo Adoptivo de Santiago de Chuco, por sus trabajos de estudio y difusión de la poesía de César Vallejo (1988)
- Hijo Adoptivo de la Ciudad de San Roque (Cádiz; 2001)
- Medalla de oro de Castilla-La Mancha (2005
- Hijo Predilecto de Mérida (2010)
Autor: Feliciano Robles
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