Eugenio
Hermoso Martínez, fue pintor, escultor, profesor y académico.
Nació en Fregenal de la Sierra (Badajoz),en 1883 y murió en Madrid
en 1963 a los 79 años de edad.
Fue un artista muy relevante en la
pintura española de la primera mitad del siglo XX. Sus obras figuran
en numerosos museos nacionales y extranjeros. Perteneció a la Real
Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Familia
Su padre era labrador. Fueron nueve hermanos. Se casó con Rosario Ramos y tuvieron una hija.
Formación
Desde niño mostró dotes de extraordinaria sensibilidad y su espíritu captaba lo humilde, lo sencillo, el detalle nimio pleno de humanismo. Por esas cualidades, fue becado por el Ayuntamiento de Fregenal y la Diputación de Badajoz para empezar en Sevilla a estudiar en la Escuela de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, donde recibió clases de Gonzalo Bilbao y Jiménez Aranda.
Como
prácticas copió a Francisco de Zurbarány a Murillo en el
Museo de Bellas Artes y también copió la estatuaria antigua de los
restos romanos de Itálica.
En
1901 se trasladó a Madrid donde destacó pronto en la Escuela de San
Fernando, copió en el Museo del Prado a los grandes maestros y
frecuentó el Ateneo y el Círculo de Bellas Artes.
Durante
1905 recorrió Francia y Bélgica, entrando en contacto con las
vanguardias europeas del momento, conoció a los impresionistas y
admiró los retratos de los sarcófagos egipcios de la época romana.
Visitó el Louvre y el Luxemburgo.
En
1906, viajó a Italia y visitó las ciudades más importantes desde
el punto de vista artístico; conoció el Vaticano, la estatua de
Marco Aurelio, el retrato de Inocencio X de Velázquez, el Vesubio,
las ruinas de Pompeya, el Donatello, Miguel Ángel y la Plaza de San
Marcos.
En
1912, a bordo del Hilary embarcó en Lisboa hacia Inglaterra donde
residió, unos dos años, en el condado de Cheshire Haylake, a
orillas del mar. Realizó una exposición en Londres.
Éxito
en Madrid
Después de haber vivido cuatro años en Huelva como director de la Academia de Bellas Artes, en 1918 se instaló definitivamente en Madrid, en un estudio que compró.
Pasó por una floreciente situación económica, pero la enfermedad de su mujer presagiaba lo peor, porque tuvo que ser internada, con la razón perdida para siempre, en un sanatorio psiquiátrico.
En Madrid empezó a gozar ya de la amistad y la admiración de los intelectuales madrileños. Sobre todo, de la de Ramón del Valle Inclán, entrando a formar parte de la tertulia nocturna del Café Nuevo Levante, a la que acudían los hermanos Ricardo y Pío Baroja, Ignacio Zuloaga, y otros muchos artistas y escritores. Se hizo socio del Ateneo y asistía al Círculo de Bellas Artes.
Docencia
En 1941 fue nombrado catedrático por oposición de la Escuela Superior de Bellas Artes. Su faceta pedagógica transmitió a varias generaciones de pintores españoles su experiencia de la modernidad, pero conservando siempre en su pintura y en su labor docente su arraigado sentido clasicista.
Estilo
De estilo naturalista y sobrio impregnó a sus cuadros una intensa espiritualidad por la maestría en el tratamiento de las figuras aisladas, a las que dotó de una sorprendente potencia expresiva lo que sin duda fue una constante de toda su obra. Su oposición a la abstracción estuvo motivada por la importancia capital que dio siempre a la figura humana.
Su
posición en el arte del siglo XX se explica además por la
importancia capital que adquiere la cantidad de retratos que pintó
de los hombres y las mujeres de su tierra: Extremadura. Como
retratista excepcional, creó una valiosa galería, cuya
contemplación nos acerca a la forma de vida de la gente sencilla del
pueblo.
Exposiciones
A lo largo de su vida realizó numerosas exposiciones tanto en España como en el extranjero.
Su primera gran exposición personal fue en 1922, en el Salón del Museo de Arte Moderno de Madrid, con éxito de público, de ventas y encargos de retratos.
Escultor
Cuando se celebró en 1927, el centenario de sus paisano Benito Arias Montano modeló el busto del célebre humanista del que se fundieron en bronce tres unidades, iniciando así su fase de escultor que siguió con su Autorretrato en bronce y el de la modelo Dina. Se conserva además otro busto en bronce de Rosario Ramos, su mujer; y una cabeza de su hija, Rosario Hermoso.
Medallas honoríficas
En 1904 obtuvo la primera medalla, en este caso, de bronce en la Exposición Nacional de Bellas Artes con, La muchacha haciendo media que adquirió el Museo de Cádiz.
Con
22 años, pintó La Juma, la Rifa y sus amigas que fue
segunda Medalla en la Nacional de 1906 y en la Internacional de
Barcelona de 1907,
Con Rosa,
del Centro Nacional de Arte Reina Sofía, obtuvo otra segunda Medalla
en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1908 que también tuvo
muy buenas críticas.
En 1910 asistió junto con Julio Romero de Torres y otros a la Internacional de Barcelona, en la que obtuvo una primera Medalla.
En 1910 asistió junto con Julio Romero de Torres y otros a la Internacional de Barcelona, en la que obtuvo una primera Medalla.
Ese
mismo año participó en la Exposición del Centenario de la
Independencia de Chile con su cuadro La Merendilla, que fue
adquirido por el Gobierno chileno.
Con A
la fiesta del pueblo, del Centro Nacional de Arte Reina Sofía,
alcanzó la Primera Medalla de la Nacional de Bellas Artes en 1917.
En
1926, obtuvo la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes
con Lavanderas y los desnudos Melancolía y
Madreselvas.
Destacan
entre sus galardones la Medalla de Oro en pintura y de Plata en
escultura de la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929.
En
1948, recibió la Medalla de Honor de la Exposición Nacional de
Bellas Artes, a la que envió dos cuadros de gran formato: Altar y La
Siembra.
Segunda
República
En 1931 se proclamó la II República y su presidente Niceto Alcalá-Zamora inauguró la exposición de los cuadros de Eugenio Hermoso en Madrid. Por encargo del Banco de España hizo el retrato del presidente de la República que posó para el pintor en su estudio.
Viaje a Argentina
En 1934 a bordo del “San Fermín” embarcó en Valencia camino de Buenos Aires. Donde realizó una exposición personal en la Casa Wicomb que visitaron los presidentes de Argentina y Brasil y que tuvo una gran resonancia mediática. Se le hicieron homenajes en el Centro Extremeño de Buenos Aires y en la Universidad de la Plata acudiendo a los mismos el embajador de España, el conde de Guadalhorce y Salvador de Madariaga.
Academias
En 1941, fue elegido Académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, ocupando el sillón del que fuera su maestro en Sevilla, Gonzalo Bilbao. Dedicó su discurso de ingreso en la Academia a una glosa de la pintura de Zurbarán.
Reconocimientos honoríficos
En plena juventud fue nombrado por S.M. El Rey D. Alfonso XIII, Comendador ordinario de la Orden Civil de Alfonso XII, canjeada luego por la Encomienda con Placa de Alfonso el Sabio.
Autobiografía
Bajo el seudónimo de Francisco Teodoro de Nertóbriga publicó su autobiografía en 1955, y firmó sus últimas pinturas de carácter satírico con el seudónimo de Nertórbiga.
Obituario
Lafuente Ferrari escribiría de él:“Pintor de un mundo propio, un mundo limitado, pero suyo, Hermoso no imitó a nadie porque traducía en sus cuadros su inspiración personal. Y esa limitación de su arte le emparentaba inconscientemente a él, nacido en Extremadura y ligado a ella toda su vida, con los pintores de aquella región,Luis de Morales y Francisco de Zurbarán, con los que tenía en común ese intimismo ingenuo, esa voluntaria clausura.
Cuando
sus primeras pinturas llegaron a las Exposiciones madrileñas
causaron la sorpresa de una novedad y atrajeron la atención de los
más finos espíritus entre los que entonces se interesaban por el
arte”.
Homenajes póstumos
* En 1964, ya fallecido, se le hizo un homenaje, con la Exposición Antológica de sus obras en el Salón Goya del Círculo de Bellas Artes.
- Con motivo de su centenario en 1983, el Museo de Bellas Artes y la Diputación de Badajoz organizaron la exposición: Eugenio Hermoso y la pintura de su época, que recorrió casi toda Extremadura.
- Con ocasión de la Exposición Universal de Sevilla de 1992, la Academia de Santa Isabel de Hungría celebró una muestra de su obra más representativa.
Fundación
Eugenio Hermoso
La Fundación Eugenio Hermoso – Legado Rosario Hermoso es una organización sin ánimo de lucro creada, mediante cláusula testamentaria, por Dª. Rosario Hermoso Ramos en memoria de su padre, el pintor D. Eugenio Hermoso Martínez. Tras la muerte de la fundadora en 1997, la Fundación se constituyó el 11 de mayo de 2005.
Autor: Feliciano Robles
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