Carlos Callejo Serrano. Investigador histórico y escritor. Nació en Barcelona en 1911 y falleció en Cáceres en 1993 a los 81 años de edad. Fue el descubridor de las pinturas rupestres de la cueva de Maltravieso en el término municipal de Cáceres.
Familia
Su padre fue dibujante y pintor, entre otras profesiones. Su madre falleció cuando él contaba 7 años. La familia, de clase media, era de ascendencia castellana y valenciana, pero se trasladó a Cataluña por destino de su abuelo paterno, militar y veterano de la guerra de Cuba.
En 1953 contrajo matrimonio con Inés Carbajo Montero, extremeña de Acehúche y funcionaria del estado como él, unión de la que nacieron cuatro hijos.
Formación
Nació y vivió sus primeros años en Barcelona, pero al acceder al Cuerpo de Telégrafos, obtuvo el título de Jefe de Líneas de Telégrafos, equiparable en la época a ingeniería técnica industrial.
Estancia en Extremadura
En su cargo de telégrafos fue destinado a Cáceres, en 1943 y fue en Extremadura donde se estableció definitivamente.
Trayectoria profesional
No obstante su formación y profesión técnica, desarrolló paralelamente una gran actividad cultural, científica e investigadora: de forma autodidacta profundizó en la Historia, la Arqueología, la Numismática y la Epigrafía, referidas sobre todo al ámbito extremeño, además de mostrar gran interés por otros muchos campos como la literatura, el arte, el periodismo, la naturaleza (botánica y entomología) el ajedrez o la astronomía.
Ámbito literario
En 1944 tomó contacto con el ámbito cultural extremeño incorporándose en Cáceres a la tertulia literaria Alcántara, que sería el germen de la revista del mismo nombre, y de la que posteriormente sería director. En el campo del periodismo, empezó a colaborar en los diarios Extremadura (Cáceres) y Hoy, de Badajoz, y fue nombrado corresponsal en Cáceres de los diarios nacionales Madrid, Diario de Barcelona, El Ideal Gallego y El Correo Catalán, entre otros, a través de la agencia Logos.
Museo de Cáceres
En 1955 fue nombrado Conservador del Museo Provincial de Cáceres, cargo que desempeñó hasta 1970. Sus principales aportaciones a esta institución se concretan en los campos de la Prehistoria y de la Numismática: suyos son los ingresos en el Museo de los Tesoros de Berzocana y de Serradilla, innumerables lápidas y aras de distintas épocas y más de diez mil piezas numismáticas.
Cueva de Maltravieso
En 1956 descubrió las pinturas rupestres de la Cueva de Maltravieso, siendo el hecho hecho más importante en su carrera de investigador y al que dedicó más tiempo y entrega. La importancia de estas pinturas, que representan en su mayoría improntas de manos humanas, radica en ser las primeras de este tipo localizadas al suroeste de la península ibérica, y contradecían la teoría de que la cultura asociada a las mismas no existiría al sur de la zona de arte franco-cantábrica, hecho considerado hasta entonces indiscutible por la comunidad científica. Debido a esta controversia, demostrar la autenticidad del arte simbólico de Maltravieso le supuso a Carlos Callejo un gran esfuerzo en correspondencia, viajes y gestiones, hasta que su destacada participación en el XI Congreso Nacional de Arqueología, celebrado en 1969, dejó acreditada su indiscutible relevancia científica.
Estas pinturas, que tanto Callejo como la Ciencia hasta hace poco habían atribuido a Homo sapiens del Paleolítico Superior, han sido objeto de nuevas y transcendentales investigaciones sobre la época de su creación. Publicadas en 2018 en la revista Science y aplicando el método U-Th (datación uranio-torio) sobre las formaciones calcáreas que las cubren, demuestran que su antigüedad es de 66.700 años, lo cual implicaría que fueron realizadas por hombres de Neandertal. Esto supone un vuelco en el criterio científico sobre esta especie y sobre la importancia de Maltravieso.
Con motivo de este descubrimiento, tuvo relaciones y amistad con los principales prehistoriadores españoles del momento, como Martín Almagro Basch, Francisco Jordá Cerdá, y posteriormente Eduardo Ripoll Perelló, entre otros, que avalaron con sus visitas a Maltravieso y sus publicaciones el prolongado trabajo de investigación de Carlos Callejo.
Excavaciones arqueológicas
En 1956 también fue nombrado Delegado Provincial de Excavaciones Arqueológicas y secretario de la Comisión Provincial de Monumentos, de la que fue presidente en 1976.
Publicaciones
Su obra escrita tiene por objeto principal la divulgación de la Historia, Prehistoria y Arqueología en Extremadura, y se resume en: 12 libros o publicaciones exclusivas, 46 trabajos y artículos en publicaciones y revistas especializadas como Alcántara de Cáceres, Estudios Extremeños de Badajoz, Zephyrus de Salamanca, Ampurias de Barcelona, o el Boletín de la Real Academia de la Historia, además de 13 obras de otras disciplinas, entre las que encontramos novelas de distintos subgéneros, obras líricas, tratados de ajedrez, etc., y 2.100 artículos en prensa de toda España
Academias
Fue Académico Correspondiente de la Real Academia de la Historia (1957).
Miembro del Instituto Portugués de Arqueología e Historia de Lisboa y del Centro de Estudios Lusitano de Oporto (1963),
Académico de número de la Real Academia de Extremadura de las Artes y las Letras (1983)
Reconocimientos honoríficos
Cronista oficial de Cáceres (1974),
Medalla de Plata al Mérito Turístico (1980)
El año de su fallecimiento, 1993, fue nombrado Hijo Adoptivo de la ciudad de Cáceres.