Darío
Bacas Montero, ingeniero, militar, profesor, inventor y
humanista. Nació en Cilleros (Cáceres) en 1845 y murió en Cilleros
en 1913 a los 67 años de edad.
Su
trayectoria profesional estuvo marcada por la enseñanza, las
matemáticas, la economía y la investigación tecnológica. Darío
Bacas es citado como uno de los investigadores pioneros en el campo
de la ingeniería industrial en España. Fue uno de los últimos
combatientes en Filipinas en 1898.
Familia
Sus padres eran Ignacio Bacas y Luisa Montero, su padre era abogado y político que llegó a ser Presidente de la Diputación Provincial de Cáceres y diputado en las Cortes Generales. Se casó con Pilar Serena, tuvieron tres hijas y dos hijos, pero uno de los varones falleció siendo niño.
Formación
Cursó estudios de bachillerato en Cáceres y Salamanca y luego ingresó en la Escuela Especial de Ingenieros de la Armada de Ferrol (La Coruña) saliendo con la graduación equivalente a Alférez de Fragata e Ingeniero Naval.
Inicios profesionales
Su primer trabajo lo desarrolló en el arsenal de Ferrol donde ejerció como habilitado de Ingeniero encargado del destino de obras a flote.
Al
ascender a ingeniero 2º, equivalente a Alférez de Navío, fue
trasladado al arsenal de la Carraca en San Fernando (Cádiz).
Docencia
En la maestranza del arsenal de La Carraca ocupó el puesto de profesor de Geometría y Mecánica.
Fundó en Madrid una academia privada preparatoria de las pruebas de ingreso en la Escuela de Ingenieros de la Armada.
Fue
profesor y primer director de la Escuela de Ingenieros de Bilbao.
Conflictos hispanos
Darío Bacas vivió una época de gran agitación en España, con movimientos sociales y levantamientos cantonales.
Al
proclamarse el cantón gaditano (1873), los insurrectos marcharon
contra el arsenal de la Carraca. Darío Bacas, junto a los demás
marinos, participó en la defensa del mismo.
Poco
después el levantamiento cantonal se extendió a Levante y Murcia,
Darío recibió la orden de embarcar en el vapor Ciudad de Cádiz,
desde donde participó en las operaciones de guerra contra la plaza
de Cartagena.
Ascenso
En 1874 fue nombrado inspector de arqueo de buques y fue promovido a Ingeniero Primero, durante esos años, fue comisionado para arquear buques, españoles y extranjeros, en distintos destinos.
En
1877, fue destinado a Madrid como auxiliar de la Inspección de
Arqueos del Ministerio de Marina y, posteriormente, de la Sección de
Ingenieros.
En
Madrid su vida comenzó a tomar otro rumbo, al suscitarse en él
nuevos intereses: la enseñanza, las matemáticas, la economía y,
especialmente, la investigación tecnológica.
Inventos
Darío Bacas fue un inventor reconocido y empezó a mantener contactos con otros inventores con los que realizaba trabajos conjuntos.
Así,
por ejemplo, con los ingenieros Prudencio Urcullu y Leopoldo
Scheidneagel investigó acerca de los torpedos, y en 1879, idearon un
sistema para conseguir que su profundidad fuera independiente de las
mareas.
En
1885 patentó uno de los ingenios más significativos de su
trayectoria como inventor, un aparato que designó con una palabra
acuñada por él mismo, Goniobarímetro, que era una báscula
que indicaba en una escala graduada, con divisiones igualmente
espaciadas, un ángulo proporcional al peso a medir.
Este
hecho es común a muchos tipos de básculas. La originalidad del
mecanismo del goniobarímetro es que se basaba en las propiedades
geométricas de la cicloide. Además de la memoria que acompañó a
la patente, escribió un libro sobre este invento.
Durante
la década de 1890 estuvo en situación de supernumerario, lo que le
permitió dedicarse a su pasión investigadora, que desarrolló entre
las ciudades de Madrid, Barcelona y Bilbao. De esa década y primeros
años del siglo XX datan la mayoría de sus patentes de invención.
Se
ocupó de mantener contactos con el mundo de la producción
industrial y de la investigación tecnológica de España y Europa.
En 1893, por ejemplo, Darío Bacas representaba en España al
inventor Frederick Black Panbenton.
En
1897, logró una nueva patente: Un mecanismo nuevo para transformar
el movimiento rectilíneo alternativo o circular alternativo en
movimiento circular continuo, con cambio de marcha y freno. Este
mecanismo permitiría obtener mayor rendimiento de las máquinas de
vapor de los barcos.
En
1901, registró una marca para distinguir los aceites comestibles y,
dos años después, obtuvo una patente sobre un nuevo procedimiento
para fabricar aceite, cuando ya residía de nuevo en Cilleros y se
ocupaba en rentabilizar los olivares heredados de sus padres en su
tierra natal.
Maquinista
Terrestre y Marítima
En 1896, volvió a estar activo a petición propia y fue trasladado a la Comisión de Marina en Barcelona, como era su deseo, donde ocupó el puesto de Inspector de La Maquinista Terrestre y Marítima.
La
Maquinista, por esas fechas, era una empresa puntera que se dedicaba
sobre todo a la construcción naval. Diques flotantes para puertos,
puentes metálicos para trenes, grúas para puertos y astilleros o
máquinas elevadoras de agua fueron otros de los trabajos que realizó
la fábrica en esos años.
Durante
su estancia en La Maquinista, Darío Bacas dictaminaba la viabilidad
de los proyectos y la puesta a punto de las máquinas o instalaciones
construidas por la empresa.
Filipinas
A pesar de su resistencia Darío fue destinado a Filipinas y en diciembre de 1897, embarcó rumbo a Filipinas junto a su esposa, sus tres hijas, su suegra y su sirvienta.
Darío
fue nombrado Comandante de Ingenieros del Apostadero de Filipinas, en
el Arsenal de Cavite. Esta localidad, constituía una plaza fuerte
para el ejército español.
Allí
se encontraba el arsenal de guerra. El 1 de mayo de 1898, la escuadra
española fue derrotada por los americanos en la bahía de Cavite. El
14 de agosto, asistió al bombardeo de la plaza de Manila. Su casa
fue saqueada y, al parecer, tuvieron que recorrer parte de la isla a
pie. A finales de 1898, Bacas fue repatriado junto a su familia.
Escuela de Ingenieros de Bilbao
En 1899 fue creada la Escuela de Ingenieros de Bilbao, Darío Bacas fue elegido para organizar el establecimiento y ocupó, en consecuencia, la plaza de primer director.
Este
encargo significaba su reconocimiento como hombre de alto grado de
cualificación, de ideas avanzadas, de gran experiencia, práctico y
con formación actualizada, ya que estas eran las ideas que guiaban a
sus promotores.
Así
mismo, fue nombrado catedrático interino de Geometría Descriptiva y
Dibujo, por el recientemente creado Ministerio de Instrucción
Pública.
Tras
poner en marcha la organización del primer curso escolar y, una vez
finalizado el mismo, dimitió de sus cargos y regresó a Madrid.
Publicaciones
Las
matemáticas fueron su debilidad y publicó varios libros sobre esta
materia. Publicó otros libros relacionados con la economía de menor
relevancia.
En
1883 publicó su primer libro de matemáticas: “Tratado
elemental de las determinantes y sus aplicaciones al álgebra y a la
trigonometría”, que fue declarado libro de texto en la Escuela
de Ingenieros de Caminos de Madrid.
En
1884, publicó el libro titulado “Teoría elemental y
aplicaciones de las fracciones continuas”.
Reconocimientos honoríficos
- Medalla de Plata de la Exposición Onubo-Extremeña celebrada en Huelva. (2001).
- Fue galardonado con diferentes distinciones por la Real y Militar Orden de San Hermenegildo. (1906)
Fuentes
Darío
Bacas Montero. Pilar Bacas Leal. Sierradegatadigital.es
Autor: Feliciano Robles
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